jueves, 17 de febrero de 2011

Crecimiento económico

Crecimiento Económico





Mientras los indicadores económicos como la producción o la inversión han sido, durante años, sistemáticamente positivos, los indicadores ambientales  están resultando cada vez más negativos, mostrando una contaminación sin fronteras y un cambio climático que degradan los ecosistemas y amenazan la biodiversidad y la propia supervivencia de la especie humana. Estudios como los de Meadows sobre “Los límites del crecimiento” han establecido la estrecha vinculación entre ambos indicadores, lo que cuestiona la posibilidad de un crecimiento sostenido e indefinido y plantea la necesidad de apostar por un desarrollo sostenible, remodelando el actual sistema socioeconómico.






La sostenibilidad ambiental requiere, pues, que se produzca una discontinuidad: de una sociedad para la cual la condición normal de salud ha sido el crecimiento de la producción y del consumo material se ha de pasar a una sociedad capaz de desarrollarse disminuyéndolos". Disminuyéndolos a nivel planetario, por supuesto, porque son muchos los pueblos que siguen precisando un desarrollo social y tecnocientífico y, en definitiva, un crecimiento económico, capaz de dar satisfacción a las necesidades básicas (Sachs, 2008). Como señala Christopher Flavin, presidente del Worldwatch Institute en su informe de 2008 (pp.30), “Todavía quedan más de mil millones de personas desesperadamente pobres en el mundo actual, y los países en desarrollo que no se han beneficiado aún del inmenso crecimiento de la economía global durante el siglo pasado, están determinados a superar esta brecha en las próximas décadas”



Pero lo que no puede continuar es un crecimiento económico que conlleva un insostenible impacto ambiental, cuyo origen antrópico está fuera de toda duda, pero que hasta aquí no ha sido tomado seriamente en consideración, aunque hayan surgido ya propuestas de crecimiento cero e incluso de decrecimiento y se hable de “a-crecimiento” (Latouche, 2008). Más aún, se precisan urgentes medidas correctoras que pongan fin al proceso de degradación. La grave crisis financiera y económica que el conjunto del planeta esta viviendo actualmente aparece como una seria advertencia de la necesidad y urgencia de dichas medidas, pero constituye también, como ha señalado el Secretario General de Naciones Unidas Ban Ki-Moon, una oportunidad para impulsar un desarrollo auténticamente sostenible, una economía verde, fuente de empleos verdes -asociados a recursos de energía limpios y renovables- que desplace a la economía “marrón”, basada en el uso de combustibles fósiles: “En un momento en que el desempleo está creciendo en muchos países, necesitamos nuevos empleos. En un momento en que la pobreza amenaza con afectar a cientos de millones de personas, especialmente en las partes menos desarrolladas del mundo, necesitamos una promesa de prosperidad; esta posibilidad está al alcance de nuestra mano”. Con ese objetivo el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) ha lanzado un plan para reanimar la economía global al mismo tiempo que, como señala Ban Ki-Moon, “se enfrenta el desafío definitorio de nuestra época: el cambio climático”.


Por supuesto estas medidas tienen un elevado coste económico que se convierte en un serio obstáculo para su adopción; pero como ha mostrado el Informe Stern, encargado por el Gobierno Británico en 2006 a un equipo dirigido por el economista Nicholas Stern, ex director de economía del Banco Mundial, así como otros estudios de conclusiones concordantes, si no se actúa con celeridad el proceso de degradación provocará una grave recesión económica mucho más costosa (Bovet et al., 2008, pp 12-13) con secuelas ambientales irreversibles que pueden dar lugar al colapso de nuestra especie (Diamond, 2006).


。◕‿◕。..KrMn KiTtReLl..。✿*゚‘゚・

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